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Te libera de malas energías, te aporta paz y bienestar!
Contiene: Cássia, canela, cálamo, mirra y aceite de oliva virgen en las proporciones que se indican en la Biblia, son los ingredientes de una fórmula única que Dios dicta a Moisés para usar como aceite de unción en ceremonias sagradas.
El aceite de la unción, mencionado 20 veces en las Escrituras, fue utilizado en el Antiguo Testamento para verter sobre la cabeza del Sumo Sacerdote y a sus descendientes y rociar el Tabernáculo y sus muebles para marcarlos como santos y apartados a Jehová (Éxodo 25: 6; Levítico 8:30; Números 4:16).
Cássia, canela, cálamo, mirra y aceite de oliva virgen, en las proporciones que se indican en la Biblia, son los ingredientes de una fórmula única que Dios dicta a Moisés para usar como aceite de unción en ceremonias sagradas.
Numerosas culturas antiguas han empleado estas unciones en sus rituales, como Mesopotamia, Egipto, Siria y Persa, pero la tradición cristiana deja buena constancia de sus usos y detalles de su elaboración, y en el siglo XXI podemos experimentar con sus preparados.
En la Biblia, la unción aparece con un doble significado: a nivel físico como masaje y con propiedades desinfectantes y terapeúticas, y a nivel energético y espiritual como un proceso para "santificar" los objetos y las personas e "impregnarlas de la Gracia de Dios".
El aceite de la unción tiene un olor agradable, cuando la botellita está cerrada, recuerda a galletas de Navidad por su alto contenido en canela, un exquisito aroma, que aplicado sobre la cien y pulsos o la zona de la dolencia aporta paz y una sensación de bienestar.